Enrique Guillen RuizLiteratura y Poesía Universal
DE PROFUNDIS
"Con libertad, libros, flores y la luna, ¿quién no puede ser feliz? "
Óscar Wilde
En 1895 Oscar Wilde (1854-1900) está en la cumbre de su fama y de su popularidad. Todo lo que hace parece tocado por la varita del triunfo.
Sin embargo, el proceso que ese mismo año entabla por difamación contra el marqués de Queensberry a instancias del hijo de éste, Lord Alfred Douglas, Bosie –su joven amante–, se volverá en pocas semanas en su contra, de forma que acabará condenado a prisión por homosexualidad, arruinado y repudiado por la misma sociedad que meses antes lo aclamaba.
Poco antes de salir de la cárcel, en 1897, escribió “De profundis” –larga carta dirigida a Bosie en la que rememora su relación y, aunque desengañado, se reafirma en sus sentimientos y en sus actos
El autor se siente abandonado, lastimado; sin embargo la obra no solamente expone y relata los tortuosos momentos vividos entre Wilde y Bossie; sino también algunos sentimientos de ira, odio, tristeza, culpa, arrepentimiento, o acusación que son reconocidos en cada párrafo de la carta. Pero aún así Oscar Wilde también reflexiona acerca de Cristo, de la naturaleza humana, el tiempo y el arte.
Para el poeta, la cárcel fue una experiencia que le permitió desnudar su alma y donde aprendió que el sufrimiento da la conciencia al existir. No se trata solo de una crítica a un amigo, también es una crítica a sí mismo. Su ruina emocional y material tuvo que ver con su debilidad. Se reprocha haber permitido que, por encima de la razón, su vida haya sido dominada por una persona que le era perjudicial.
Sin embargo, a pesar de las duras críticas y los reproches que le hace a su amigo, lo que se ve reflejada en esta epístola es el profundo amor que siente por él.
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