La frase se replica por igual en las redes y en las paredes: hay orden de no aflojar. Cuando todavía no se disipa la conmoción por la sorpresiva y temprana muerte de Jorge Larrañaga, esa máxima que se remonta a las revueltas saravistas de comienzo de siglo XX, que ha sido grito de guerra entre los blancos desde entonces y fue latiguillo del exministro hasta el fatal desenlace del sábado pasado, ahora se volvió la bandera para defender su legado.
Pero a pocos días de su fallecimiento, la reivindicación de la figura de Larrañaga por parte del Ministerio del Interior y la Policía Nacional se ha plasmado incluso en acciones institucionales que, al tiempo que son bienvenidas por el oficialismo, también abrieron la polémica.
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. @leonidas1971uy
1.1 milLuis Alejandro Fernández Moreira y 1.1 mil personas más
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Absurdamente existencial está con Ingrid Arzate Mejia.
14 h ·
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