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Friday, April 22, 2022

La confesión de Stávroguin.

 Puede ser una imagen de libro y texto que dice "FEDOR DOSTOIEVSKI LA CONFESIÓN DE STAVROGUIN TRADUCCIÓN: ELVIRA PERSONS PRÓLOGO:GEORG LUKÁCS CORREGIDOR"

Aquí les comparto mi reseña de La confesión de Stávroguin. Saludos.
"Si Stavroguin cree en Dios, cree que no cree. Si no cree en Dios, no cree que no cree."
La Confesión de Stavroguin fue descubierta en 1921 entre papeles y escritos que le dejara Dostoievski a su segunda y última esposa, Anna Grigorievna y originalmente, cuando apareció Los Demonios en 1873, el capítulo, que debería haber seguido al VIII de la segunda parte, por alguna razón desconocida fue eliminado por Dostoievski e incluso los editores posteriores se negaron a publicarlo. Dicen que Dostoievski utilizó parte del material para las novelas que escribiera después de "Los Demonios" y que son "El adolescente" y "Los hermanos Karamazov".
Tal vez esa negativa y la autocensura remite a la naturaleza aberrante del crimen (podríamos usar esa palabra) cometido por Stavroguin con la pequeña Matriosha detuvo al autor y a los editores para que no se generara una polémica que podía llegar a desestabilizarlo innecesariamente, sobre todo en ese momento de su vida, cuando, superada su etapa de adicción al juego, exilio y adulterio, el autor estaba exorcizando SUS propios demonios.
Nikólai Vsevolódovich Stavroguin es uno de los personajes más emblemáticos del libro "Los Demonios". De carácter bastante perverso como Piotr Verjovenski pero con ideales un tanto trastocados. Es un hombre que puede inclinarse tanto hacia el bien como para el lado del mal, pero sin remordimientos que lo atormenten.
Él, como Kirilov también tiene sus fundamentos que le hacen plantear la existencia de Dios, aunque en este caso, en el de su confesión, el hecho cometido lo lleva a visitar al padre Tijón, tal vez, por el remordimiento del vil acto cometido con Matriosha aunque estableciendo su posición.
Stavroguin es un hombre dispuesto a todo, incluso al suicidio, pero a diferencia de Kirilov, es capaz de hacerlo por una causa y no por plantearse cuestiones de alto vuelo filosófico-kirilovianas. Por momentos justifica el haberse dejado llevar por esos bajos instintos y por otro lado necesita que lo que hizo se sepa, y su carta confesional se publique a modo de purgar la condena que se impone, discutiendo esto con el sacerdote.
Su diálogo con el padre Tijón adquiere relieves que ponen en tela de juicio hasta qué punto las buenas o malas acciones del individuo pueden justificarse o no. De hecho en un momento, Stavroguin pide que se le permita poder perdonarse a sí mismo.
De todos modos, creo que lo intenta hacer desde un lugar equivocado, utilizando el orgullo y la altanería; justificando un hecho aberrante diría hasta por el simple hecho de no haber podido contenerse de la tentación ante el panorama que se le presentaba con la niña.
Pienso también que el capítulo tampoco hubiera encajado correctamente en el desarrollo normal de la historia. Hubiera quedado un poco desajustado y habría desorientado al lector, es por ello que está bien que se pueda leer como un apéndice de Los Demonios o como un libro aparte. Me parece que hizo muy bien Dostoievski en eliminarlo del libro, pero bueno, otros lectores en todo su derecho podrán disentir conmigo.

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