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Sunday, July 18, 2021

filosofía Anécdotas de Diógenes el Cínico: Diógenes es el cínico más famoso de todos los tiempos.

 

Anécdotas de Diógenes el Cínico:
Diógenes es el cínico más famoso de todos los tiempos.
Era muy reconocido por su ironía que hacía enojar a muchos y porque era muy pobre por propia decisión.
Una vez cuando Diógenes estaba comiendo pasó Aristipo y le dijo "Ay Diógenes, si fueras más sumiso y aprendieras a adular al emperador no tendrías que comer lentejas" a lo que Diógenes respondió "Si tú aprendieras a comer lentejas no tendrías que ser tan sumiso y adular al emperador".
En la escuela cínica trataban de identificarse con la figura del perro, por la sencillez de la vida de este. Ellos creían que la felicidad venía acompañada de una vida simple sin riquezas innecesarias.
Diógenes adopto rápido las enseñanzas y vivió como vagabundo en las calles de Atenas, convirtiendo la pobreza extrema en una virtud.
Las únicas pertenencias de Diógenes en un manto, un bastón y un cuenco, hasta que vio a un chico tomando agua de sus manos y abandono del cuenco.
Diógenes dormía en un barril que había encontrado y dedico toda su vida a criticar y denunciar todo lo que limita al Hombre, principalmente las instituciones.
Cuando Anaxímenes de Mileto estaba dando un discurso y mucha gente lo estaba escuchando, Diógenes se sentó cerca y empezó a comer pescado haciendo mucho ruido a propósito, al poco tiempo la gente le estaba prestando más atención a como comía Diógenes en vez de al discurso de Anaxímenes, a lo que Anaxímenes se enojó por su falta de respeto, y Diógenes dijo "El sonido de un pescado destruyo la opinión de Anaxímenes"
En otra ocasión los sacerdotes del templo conducían a alguien que había robado una vasija del templo, a lo que Diógenes comentó entre una multitud que se había formado: "los ladrones grandes llevan preso al pequeño".
En otra ocasión un hijo de una prostituta estaba lanzándose piedras a la gente, a lo que Diógenes le dice "Cuidado, no vaya a ser que golpees a tu padre".
Poco a poco la gente le fue llamando la atención las respuestas de Diógenes y todos se reían de él, a lo que un niño le dijo "Diógenes, todos se te ríen, ¿no te molesta?" A lo que Diógenes respondió "Capaz, los animales se ríen de ti, pero no te importa".
Un día un grupo de persona se le acerco a Diógenes porque sabían que sus respuestas siempre eran interesantes. Entonces alguien pregunta "¿Porque la gente de dinero a los pobres, y no a los filósofos?" A lo que Diógenes responde: "Porque creen que pueden llegar a ser pobres, pero filósofos, nunca".
Le hacen más preguntas a Diógenes como "¿cuál es el mejor momento para comer?" a lo que Diógenes responde "Los ricos, cuando quieran, los pobres, cuando puedan".
"¿Diógenes cuál es el vino que más te gusta?" A lo que Diógenes responde "Sin duda el ajeno amigo mío": las respuestas siguen y siguen, pero a todo esto, una persona muy rica escucho todo y la llamó la atención, por lo que invito a Diógenes a su mansión, Diógenes tenía la fama de hacer sus necesidades en público, entonces al entrar en la mansión se le advirtió a Diógenes que no escupiera en la mansión puesto que era muy lujosa, a lo que Diógenes saco una buena flema y le escupió en toda la cara al dueño, el dueño enojado le pregunto porque había hecho eso, a lo que Diógenes respondió, "No me fue posible encontrar un lugar más sucio en toda la casa".
Nuestro amigo Diógenes fue haciéndose cada vez más reconocido al punto de que llegó a conocer a Platón y tuvo buenas charlas con él.
Una vez Platón lo invitó a hacer un viaje en barco, ya en el mar, unos piratas atacan el barco y atrapan a la tripulación, casi todos iban a ser vendidos como esclavos, pero la actitud de Platón era muy distinta a la de Diógenes, Platón ese día que serían vendidos, paso miedo, la paso muy mal, creía que ese sería su final. Pero Diógenes no, cuando llega su turno, la persona que tiene que lanzar la subasta le pregunta "¿y tú que sabes hacer?" a lo que Diógenes responde "Yo sé mandar, pregúntale a alguien si quiere comprar un amo".
Un día Diógenes estaba tomando sol desnudo y paso Alejando Magno el Rey de Macedonia, con su ejército, Alejandro reconoce a Diógenes y le dice "Mi nombre es Alejandro el Grande" a Diógenes que no le importaba mucho quien era le respondió "Yo soy Diógenes el Perro".
Alejandro que quería demostrarle su admiración dijo que le daría cualquier cosa que le pida, incluso la que los más ricos de Atenas no se atrevan ni a soñar, a lo que Diógenes respondió "Oh, Gran Alejandro, solo te pido una cosa"
"¿Cuál?" pregunta Alejandro, a lo que Diógenes responde "Muévete, me estas tapando el sol"
Alejandro se había quedado perplejo y no sabía que decir, entonces Diógenes dice "Durante meses eh visto pasar ejércitos ¿a dónde van? ¿para qué?" y Alejandro responde "Voy a la India, a conquistar el mundo entero" entonces Diógenes dice "Y después que vas a hacer" Alejandro responde "Voy a descansar" a lo que Diógenes se ríe y dice "¿Estás loco? Yo estoy descansando ahora, no conquiste el mundo y no veo que necesidad de hacerlo, si al final quieres descansar ¿porque no lo haces ahora?, y te digo más, si no descansas ahora, nunca lo harás".
Pasaron los años Alejandro volvió a Atenas y volvió a visitar a Diógenes, Alejandro miró al filósofo que estaba observando una pila de huesos humanos, a lo que Diógenes dijo "Estoy buscando los huesos de tu padre, pero no puedo distinguirlos de los de un esclavo"
Tomado de Diógenes Laercio: Vida de los filósofos más ilustres.
Puede ser una imagen de texto que dice "ANÉCDOTAS DE DIÃGENES EL CÍNICO"
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