Y yo que estoy tan borracho de toda la injusticia del mundo…
Y yo que estoy tan borracho de toda la injusticia del mundo…
— El diluvio de Dios y el bebé rubiecito flotando ahogado
en la superficie del agua,
Yo, en cuyo corazón la angustia de los otros es rabia,
Y la vasta humillación de existir un amor taciturno—
Yo, el lírico que hace frases porque no puede hacer suertes,
Yo, el fantasma de mi deseo redentor, niebla fría—
No sé si debo hacer poemas, escribir palabras, porque el alma
El alma innúmera de los demás sufre siempre fuera de sí.
Mis versos son mi impotencia.
Lo que no consigo, lo escribo;
Y los ritmos diversos que hago alivian mi cobardía.
La costurera estúpida violada por seducción,
El ratón inexperto preso siempre por la cola,
El comerciante próspero esclavo de su prosperidad
—No distingo, no alabo, no (…)—
Son todos animales humanos, estúpidamente dolientes.
Al sentir todo esto, al pensar todo esto, al rabiar todo esto,
Quiebro mi corazón fatídicamente como un espejo,
Y toda la injusticia del mundo es un mundo dentro de mí.
Mi corazón ataúd, mi corazón (…), mi corazón catafalco
—
Todos los crímenes se dieron y se pagaron dentro de mí.
Lagrimeo inútil, blandenguería humana de los nervios,
Borrachera de servilismo altruista,
Voz con pañuelos llorando en el desierto de un cuarto
piso izquierdo…
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Extraído de Fernando Pessoa, Galaxia de un hombre solo : verso, prosa y miscelánea. Traducción y prólogo de Rafael Toriz López, Universidad Veracruzeana, Xalapa, Verazcruz, México, 2019, pp. 47-48 | Buenos Aires Poetry, 2021.
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