′′ Uno de los ejemplos más singulares de un sueño que se presenta a un ′′ soñador ′′ en Homero es Penélope. En el Libro IV de la Odisea, Penélope está muy ansioso por la suerte de su hijo Telémaco, que salió de Itaca buscando noticias sobre su padre Odiseo. ′′ Un sueño profundo ′′ la atrapa y esto es lo que sucede:Entonces otra cosa pensó la diosa Atenea ojo azul,hizo un fantasma [eidólon] y el cuerpo formó semejante a una mujer,en Iftime, la hija del magnánimo Icario.Esumelo se casó con ella, que en Fere tenía en su casa.Y a la casa del divino Odiseo la mandó,donde Penélope sollozante y gementehabía calmado del llanto y del quejido hipo.Entró a la habitación por la correa del cerrojo,las estaciones sobre la cabeza y le dijo palabra:′′ Duermes Penélope afligida en el ánimoNo, no quieren los numos que viven fácil vida,que llores y te cruces, porque ya está de regresoTu hijo: un impío no es para los dioses."En la escena, el sueño se describe como un ′′ evanescente fantasma ", una ′′ figura balbuceante ′′ que ′′ el cerrojo se desvaneció en los soplos del viento ". Penelope se despierta con el corazón ′′ lleno de alegría, porque claro sueño en el corazón de la Noche le vino." (Patricia Cox Miller, El sueño en la antigüedad, Jouvence, 2003)IMG: Francisco de Stuck, Pallas Athena (1898) - Museo Jorge Schäfer, Schweinfurt, AlemaniaVer originalCalificar esta traducción
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