MATISSE
VAN GOGH
Emma (fragmento) de Jane Austen
Capítulo 1
Emma Woodhouse, atractiva, astuta y rica, con un hogar cómodo y un buen humor casi permanente, parecía unir algunas de las mejores bendiciones en la existencia; y pasó casi 21 años en el mundo con muy pocas cosas que la angustiaran o la fastidiaran.
Tenía al padre más cariñoso e indulgente que alguien podría desear, Emma era la más joven de dos hijas y, debido al matrimonio de Isabella, Emma se había convertido en el ama de la casa desde una corta edad. Su madre había muerto hacía tanto tiempo que ella solo conservaba poco más que un recuerdo de su toque; en su lugar estuvo una mujer excelente que trabajaba como institutriz, y su cariño era muy parecido al de una madre.
La señorita Taylor estuvo 16 años en la familia del señor Woodhouse, más que una institutriz, era una amiga que se llevaba bien con ambas hijas, pero sobre todo con Emma. Entre ellas existía una intimidad de hermanas. Incluso antes de que la señorita Taylor insistiera en dejar de ocupar el título oficial de institutriz, su carácter suave le había impedido instaurar alguna restricción; y cuando la sombra de la autoridad se quedó en la distancia, ellas vivieron juntas como amigas que se estimaban mutuamente, y gracias a esto Emma hacía lo que quería: apreciaba el juicio de la señorita Taylor, pero estaba dirigida solamente por el suyo.
Los verdaderos males de la situación de Emma eran que podía hacer las cosas a su modo sin mucho cuestionamiento, y que solía creerse mucho más capaz de lo que en verdad era: estas eran las desventajas que amenazaban con alterar su tranquilidad y diversión. Sin embargo el peligro estaba presente de forma tan poco perceptible que Emma jamás habría pensado en esas habilidades como algo malo.
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