Estamos en la España de principios de siglo XX, cuando las mujeres no teníamos permiso ni para casarnos con quien quisiéramos, ni libertad para disponer de nuestros bienes y dinero, donde no se podía reír, cantar, salir sola, ser madre alegre y soltera …ni siquiera abandonar un luto impuesto por la gazmoñería de la época. Uno, que con mala suerte podría encadenarte de por años, si la muerte y la familia así lo decidía.
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La casa de Bernarda Alba donde agoniza hasta el coronavirus - Los ojos de Hipatia
Por Mercedes Peces Ayuso. Filóloga y traductora «¡Qué les importa a ellos la fealdad! A ellos les importa la tierra, las yuntas y una perra sumisa que les dé de comer» La casa de Bernarda Alba, Federico García Lorca La casa de Bernarda Alba es el lugar donde solo se dice lo que también se ca...
Obra pictórica: "El grito" de Carlos Micó
Obra literaria: Jorge Campos
La vida como la tierra, es sublime y sagrada,,
y es infinito el espacio donde se pierde nuestra mirada,
pero la propiedad de las cosas, en la tierra es privada.
No conforme con su imposición, surgió luego la apropiación
tomando para sí las bondades de la creación,
que habían sido dadas para todxs sin excepción.
La fuerza bruta concretó lo que dictó su ambición
instalando de este modo el comienzo de la explotación,
y poniéndole grilletes al agua y el aire, la tierra para sí encadenó.
Y así nació la propiedad privada que al mundo luego asoló
naturalizando injusticias y miseria, generación por generación.
De tanta impotencia, bronca y dolor, nace el grito desgarrador!!!
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