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Monday, May 24, 2021

THE WITCH OWNER OF SUPERMARKET.BY ORLANDO VICENTE

 



THE WITCH OWNER OF PUNTAESTEÑO SUPERMARKET.

  Once upon a time there was an elderly woman who owned a supermarket one of those so-called “swallows” that is, they open only in summer when tourism comes.

  A man, a regular customer of the service, always bought cheese, ham, baguette and other items.

   One afternoon, in the scorching heat, he went as usual to buy his bread and ham, which were his special diet in the afternoons. He spent about 300 pesos but lacked ONE peso to complete the figure.

   The witch, because otherwise you could not call that old woman who cried for a simple weight, snapped:

   "One peso is missing," he said in a threatening voice.

   The man went through his wallet carefully and did not find the lucky coin. And he said to the woman:

  -Excuse me. But I forgot to bring often.

  -Then bring it to me today at the latest tomorrow.

  The man, embarrassed among so many customers, picked up his purchase and left.

At home he was restless. How to be so greedy for a simple weight? A psychotic fury attacked him and he searched his wallet for a 20 peso bill and headed to the market.

   The witch, I mean the woman, had left her post behind the cash register and was chatting with some customers. The man, banknote in hand, interrupted her and said in a firm voice:

   -Here is the weight that was missing. Take the remaining 19 as you can see that you need it more than I do.

   The woman said:

   -But. But. But.

  The man turned and left. The witch was happy with the twenty extra pesos that she had required of the man.


   In hell there is a special place for this type of merchant: they make him eat hot coins but worse is to shit them.
Posted by Orlando Vicente Alvarez at 12:05 PM No comments:
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Labels: #Witch. Woman Supermarket, # ham, 20 pesos, Hell, Punta del Este, Puntaesteño, Cheese, one peso, URUGUAY


 LA BRUJA DUEÑA DE SUPERMERCADO PUNTAESTEÑO.

  Érase una mujer  ya entrada en años dueña de un supermercado de esos llamados “golondrinas” o sea, que abren solo en época de verano cuando viene el turismo.

  Un hombre, cliente habitué del servicio, siempre compraba quesos, jamón, baguette y otros artículos.

   Una tarde, bajo un calor abrazador, fue como siempre a adquirir su pan y jamón que eran su dieta especial por las tardes. Gastó como 300 pesos pero le faltaba UN peso para completar la cifra.

   La bruja, porque de otra manera no se podía llamar a aquella vieja que lloraba por un simple peso le espetó:

   -Falta un peso.- le dijo con voz amenazante.

   El hombre revisó su cartera minuciosamente y no encontró la dichosa moneda. Y le dijo a la mujer:

  -Disculpe. Pero se me olvidó traer menudo.

  -Pues tráigamelo hoy mismo a más tardar mañana.

  El hombre, avergonzado entre tantos clientes recogió su compra y se marchó.

Ya en casa estaba inquieto. ¿Cómo ser tan avara por un simple peso? Le atacó un furor psicótico y buscó en su cartera  un billete de 20 pesos y se dirigió al mercado.

   La bruja, digo la mujer, había dejado su puesto detrás de la caja registradora y conversaba con algunos clientes. El hombre, billete en mano, la interrumpió y le dijo con voz firme:

   -Aquí tiene el peso que le faltaba. Tome los 19 restantes pues se ve que a usted le hace más falta que a mí.

   La mujer dijo:

   -Pero. Pero. Pero.

  El hombre dio media vuelta y se marchó. La bruja quedó contenta con los veinte pesos de más que le había requerido al hombre.


   En el infierno hay un lugar especial para este tipo de comerciante: le hacen comer monedas ardientes pero peor es cagarlas.   

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