El edificio lo construyó un francés en la década de los años 20 para que funcionara allí un cabaret de lujo. El inversor se trajo a su propio arquitecto desde Europa, quien incluyó una torre mirador en su obra.
Apostó su ficha a los turistas extranjeros que vendrían a presenciar el primer Mundial de Fútbol, que se celebró en 1930 Uruguay. El cabaret se inauguró el mismo día que comenzó el campeonato de fútbol. Pero no tuvo concurrencia ni el día de la inauguración ni en los días posteriores.
En los años 20, la Playa del Buceo no era concurrida como las playas Ramírez y la de Pocitos. El sitio que el francés escogió para su negocio era algo apartado. Además, los montevideanos sabían y recordaban que donde ahora se erigía un cabaret, funcionó la Morgue Municipal. Sumado al hecho de que quedaba justo enfrente del Cementerio del Buceo, no es difícil imaginar por qué el negocio no prosperó, así que cerró sus puertas.
Luego de permanecer poco tiempo en desuso, el local reabrió sus puertas al público, pero esta vez como un simple bar. Pero tampoco como bar fue fructífero, los locales lo eligieron para suicidarse por la altura de la torre.
Muchos creen que el nombre de Curva de la Muerte se debe a la peligrosidad de la curva de la rambla y a los accidentes que allí han ocurrido, pero en realidad tiene su origen en estos eventos. Hasta el día de hoy, no está permitido el acceso a la torre y las ventanas del mirador del castillo del Buceo continúan selladas.
En 1934, el edificio fue cedido al Servicio Oceanográfico y de Pesca. Durante algún tiempo funcionó como la sede de la institución, hasta que en 1956 abrió el Museo Zoológico Dámaso Antonio Larrañaga, aunque fue más conocido por el nombre de Museo Oceanográfico.
En el museo se exhibía material didáctico, esqueletos y animales nativos embalsamados con fines educativos y para concienciar al público de las especies en peligro de extinción. Según se informó a la prensa, era muy poco concurrido y por este motivo cerró sus puertas en 2012......
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