(Por Nicolas Aguila)
"El VIII Congreso del PCC, apunta EFE, "se celebra en La Habana a puerta cerrada y sin acceso a la prensa internacional". Como si estuvieran en la clandestinidad, agrego yo. No es que en el congreso se vaya a tratar ningún asunto trascendental o supersecreto que no deba conocer su mayor enemigo, el pueblo. Es que temen que algún delegado indiscreto o un posible kamikaze, quién sabe, al intervenir en directo se atreva a afirmar algo inconveniente para el régimen o tan siquiera que esté fuera del rígido guion prestablecido, bien sea por mera equivocación o por un repentino brote psicótico de franqueza. De ahí que las sesiones congresuales sean herméticas y a prueba de estanquidad o leak- prrof. Solo se difunden por diferido una vez que hayan sido editadas para la televisión. Les tienen miedo hasta a su propia gente."
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