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Monday, November 8, 2021

el caso Hilda Molina y el caso Ochoa,by Orlando Vicente,cuva el absorbia la energia vital de sus subalternos como un vampiro,Cuba

   

 
 
 
El hijo de la Dra. Hilda Molina, asilado en Argentina, con su esposa de la misma nacionalidad dio una entrevista en el programa de la Diva Susana Giménez. Tenía un tic nervioso en los parpados, hablar tembloroso y titubeaba a cada rato. Eso por temer a la KGB cubana y al trauma del exiliado cubano que tiene a su propia madre recluida en casa en la Habana, solo en compañía de la Iglesia y  la virgen de la Caridad del Cobre.
  La misma Hilda Molina el domingo pasado dio una entrevista a la CNN al conductor Longobardi. Se apreciaba una anciana arrugada pero con argumentos sólidos e inteligentes, pero  con voz cascada y temblorosa. Dijo que había hecho el perfil de Fidel Castro estando en Cuba y que había podido sacar los cuadernos del país cuando por fin en la era Rauliana la liberaron a reunirse con su hijo y nieto.
  Dijo que Fidel era un psicótica-sociópata, inteligente y desalmado y manipulador. Si con esa inteligencia hubiera hecho el bien Cuba sería  un país de los más importantes del  mundo. Y que la utilizo durante toda su vida como si ella fuera una esclava.
  El caso de Ochoa y sus tres compañeros fue ejemplo de cómo  limpiaba su cara para presentarse al mundo como que no los hermanos Castro no tenían nada que ver con el narcotráfico. Para la acusación utilizo al consejo de estado pleno, que llenos de miedo, condenaron a muerte a los acusados. Después premio al fiscal acusadora, ave rapaz  devoradora, con un cargo en el congreso, hasta que años después termino  excusándose de la vida pública, al parecer arrepentido de como lo habían usado.
  Castro absorbía la energía vital de sus subalternos como un vampiro legendario que toma la sangre de sus víctimas y después, cuando le habían servido fielmente por un tiempo, los decapitaba y los enviaba a un lugar lejano de la isla, ya sin paz ni orgullo de hombre, cabeza gacha y silenciados para siempre.   
    Esta  tarde iba hacia el laboratorio del Hospital a buscar un análisis de Glicemia-Hemoglobina por mi diabetes insulina dependiente y de repente vi a un anciano con las facciones de Fidel, la barba canosa, el perfil gallego y de contra, una gorra verde olivo. Pensé que alucinaba en una demencia senil precoz o que era el fantasma de Fidel que me perseguía. Reaccioné y le grité para que todo el mundo lo oyera:
 - ¿FIDEL CASTRO?  ¡SOLAVAYA!
  - No hay problema- contestó el anciano.
  El anciano desapareció hacia una de las salas de internamiento.      

                                        ORLANDO VICENTE ALVAREZ

 

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