Los 200 de Fiódor
Fiódor Mijáilovich Dostoyevski nació un 11 de noviembre de 1821 en San Petersburgo y fue uno de los escritores más importantes de la historia.
En una carta que Nietzsce le envió a Peter Gast en febrero de 1887, escribió: “¿Conoce a Dostoievski? Excepto Stendhal, nadie me ha causado tanto placer y sorpresa: un psicólogo, con el que yo me entiendo”. Para Borges, la experiencia del descubrimiento de Dostoievski se asemejaba a las del mar y el amor. Para Camus, “el verdadero profeta del siglo XIX no fue Karl Marx, sino Dostoievski”. Y así podemos seguir con infinidad de ejemplos.
Yo voy a compartir uno muchísimo menos importante y trascendente, el mío. Siempre fui (ahora en menor medida, pero sigo siéndolo) sobre todo un lector de escritores más que de libros.
El interes por Fiodor comenzó en la adolescencia y en esa etapa de la vida el tiempo y la intensidad tienen claras dimensiones excepcionales. No voy a ser original, lo primero que leí fue “Crimen y castigo” y no voy a decir que me partió la cabeza pero si que me movilizó. Después llegó “Los hermanos Karamazov” (obra maestra), luego “Los demonios”, “Humillados y ofendidos”, “Memorias del subsuelo”, “El idiota”, “Sus cuentos”, “Pobre gente” (que nunca logré recuperar), “Memoria de la casa muerta”, “Diario de un escritor”, “El jugador, “El doble”, “Noches Blancas”; su propia historia y sus distintas biografías, todos de una u otra manera formaron parte del camino hacia la “adultez”.
Naturalmente hubo muchos Dostoievski (con luces, sombrío, brillante, doliente, profundo, contradictorio) lo que se dice bastante humano, con todo lo que eso representa. Y desde luego conforme el paso del tiempo tuve diferentes valoraciones e interpretaciones de sus lecturas y relecturas.
Como mencioné no intento desmenuzar su obra, que por otro lado está dentro de las mas sobreanalizadas (a veces de forma descarnada) de la literatura. Sino hacer un repaso quizá un tanto nostálgico (en la foto conviven algunos de los ejemplares comprados en mesas de saldo, ediciones modestas y otros renovados eligiendo traducciones y otras hierbas) y sobre todo agradecido a la obra de un escritor importante en mi vida, la gimnasia del pensamiento y que ha sido leído por millones de lectores de todo el mundo. — en Buenos Aires.
2 comentarios
David Fonseca
Indudable
reacción mental al comprender y adentrarse, en los hermanos
karamasov, una experiencia que no olvidara nunca un lector
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- 7 h
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