Nietzsche y Dostoievski perciben el mismo problema, pero ante este, dan respuestas totalmente opuestas: Dostoievski cree que el alma del hombre se redime con la moral y el ejemplo sufrido de Cristo, mientras que Nietzsche asevera que hay que destruir la moral y la culpa, pues ahora el único Dios debe ser el hombre (o superhombre).
¿Quién tenía razón? Eso recae en el criterio de cada cual. Solo comentaré que Nietzsche, al igual que Iván Karamazov -personaje ateo dostoievskiano-, con quien por cierto pensaba bastante similar, terminó loco. Da la impresión que en ambos casos sus orgullos napoleonicos no son más que unas débiles pero brillosas máscara que, poco a poco, se trizaron hasta dejarlos desnudos e indefensos. Dostoievski, en cambio, mantuvo su templanza y lucidez hasta el último de los días, regalándonos los Hermanos Karamazov dos meses antes de morir y de convertirse en esa leyenda que, hasta el día de hoy, rememoramos.
No comments:
Post a Comment