“En Cuba no se educa, se adoctrina”.
Y es cierto. Desde que somos pequeños, cuando no tenemos conciencia política, cuando solo pensamos en jugar y cuando apenas nuestra personalidad comienza a formarse. En los planteles escolares nos imponen u obligan y tal vez la palabra obligan les parezca fuerte pero si analizan (manchan el expediente) lo que llevaría a la anulación de la vida estudiantil. ¿Que pasaría si un niño se negara a vociferar lo que sigue?. Se darán cuenta que los obligan. Amén de las primeras y sublimes cuotas de represión.
Obligan a los niños a gritar en coro “pioneros por el comunismo , seremos como el Che”. Fíjense ustedes cuanto de adoctrinamiento hay en solo una de esas frases a las que nos someten.
Y no voy hablar de los actos de repudio a que nos llevan. Enseñándole a cada niño y adolescente que salirse de la línea es malo.
Y por si fuera poco cada asignatura llega cargada de un poco de esas frases en sus dictados y lecturas y más. Y ni hablar de la manipulación de la historia nacional y mundial que terminan no creando un sentimiento nacional o identidad nooo, más bien eso se sobre explota en busca de la exaltación y el culto a la personalidad de los Castros que casi terminan siendo semidioses de la mitología revolucionaria. O con el único propósito de inmortalizar a los Castros. Haciéndonos creer que solo ellos están capacitados para dirigir el país. Los demás solo debemos obedecer.
El nacionalismo y el patriotismo no se usan como identidad sino como una herramienta para maniatar a las masas.
El sistema educativo cubano es el uno de los pocos sistemas donde ser “culto” no te hace libre.
El día en que José Martí pase a ser no sólo nuestro apóstol sino que sea también nuestro guía e inspiración, entonces la educación cubana pasará a un nivel de conciencia futurista. Y la premisa Martiana de ser cultos y libres se hará realidad y habremos hecho una verdadera revolución, donde Cuba sea para todos los cubanos sin distinciones.
Por eso yo amo la libertad, y dicho apóstol de la libertad habló y escribió bastante de la misma, como cuando dijo “Me parece que me matan un hijo cada vez que privan a un hombre del derecho de pensar“.
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