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Thursday, October 8, 2020

EL GRAN HERMANO DE ORWELL . BIG BROTHER IS WATCHING YOU. En mi libro “Chinandega: Secretos de los médicos cubanos en Nicaragua” pinto las condiciones en que vivíamos los médicos mientras los oficiales del MININT o de las FAR viivían en mansiones con piscinas de la antigua clase adinerada de los somocistas, mientras nos pagaban un miserable sueldo en “Córdobas” que no nos alcazaba para comprar ni una remera o pullover. Allí se me quitó la venda del comunismo. Existía una clase de tiranía en la brigada médica donde regían la UJC y el PCC vigilando hasta nuestras salidas al cine.

 







Esto era: importar miles de jóvenes  médicos  cubanos a ejercer en las zonas en que los facultativos brasileños no se acercaban.

  Los pobres médicos cubanos embullados por salir de Cuba y ver otras tierras, ver de cerca la sociedad capitalista y armarse a su regreso con toda la pacotilla que escaseaba en la isla, se alistaban gustosos por tres años, separándose de sus familiares y amigos.
  Esto era un signo de satisfacción para las familias cubanas a pesar de la separación pues el poco dinero que el gobierno les pagaban y las lavarropas, motores, ropa que traerían al regreso eran un alivio y un aliciente para la extrañeza  de la lejanía.
  El gobierno cubano cobraba una gran porción del pastel al punto que es una de las actividades más lucrativas que reciben los jerarcas cubanos, mayor que la del turismo.
   Yo conocí  a un matrimonio joven que los enviaron a otro país sudamericano. Su destino era una casucha de madera y techo de paja en medio de un hierbazal terrible y tenían que preparar ellos mismos el consultorio. Huyeron como alma que persigue el diablo  y pidieron asilo en el país anfitrión, revalidaron el título y ahora viven más felices que en Cuba aunque añorando a sus familiares.
  En mi libro “Chinandega: Secretos de los médicos cubanos en Nicaragua” pinto las condiciones en que vivíamos los médicos mientras los oficiales  del MININT o de las FAR viivían en mansiones con piscinas de la antigua clase adinerada de los somocistas, mientras nos pagaban un miserable  sueldo en “Córdobas” que no nos alcazaba para comprar  ni una remera o pullover. Allí se me quitó la venda del comunismo. Existía una clase de tiranía en la brigada médica donde regían la UJC y el PCC vigilando hasta nuestras salidas al cine.
  Ahora Cuba exporta médicos cubanos  a varios países de África y Latinoamérica, cobrando a dichos países dinero contante y sonante. Como si fuera una nueva trata de esclavos inconscientes de la manipulación a cambio de pequeñas artículos que se traen.......


  Pero los galenos cubanos que abran los ojos y exijan un salario digno y no el dinerito que se acumula en Cuba  hasta su regreso, si es que regresan.
  El ser humano tiende a la libertad por su naturaleza  divina pero también a la sumisión por el adoctrinamiento que reciban desde niño. Hasta que una nueva visión del mundo se aproxime. 





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