la noche, sirvió de plataforma para que ambos mandatarios discutieran temas de relevancia bilateral, incluido el reciente apoyo del gobierno de Milei a Uruguay mediante el dragado del puerto de Montevideo a 14 metros, una obra largamente solicitada por Uruguay y que se concretó rápidamente tras el cambio de administración en Argentina.
Lacalle Pou, en su discurso, hizo referencia a la significativa mejora que este dragado representa para su país, destacando la rapidez y eficacia con la que se abordaron y ejecutaron los trabajos bajo el nuevo gobierno argentino. "No te haces una idea de lo que esta obra significa para nuestro país", compartió el mandatario uruguayo, evidenciando la importancia de este proyecto para la economía y la logística de Uruguay.
Además, el presidente uruguayo abordó el tema del Mercosur, criticando la postura tradicionalmente proteccionista del bloque y abogando por una reforma que permita a Uruguay expandir su presencia en los mercados internacionales. “Uruguay quiere jugar en cancha grande", declaró Lacalle Pou, quien subrayó la necesidad de que el Mercosur se adapte a los tiempos actuales y permita a los países miembros más libertad para negociar acuerdos bilaterales que puedan beneficiar sus economías locales sin estar limitados por el consenso del bloque.
El presidente expresó su deseo de que el Mercosur se transforme en un catalizador de desarrollo y no un obstáculo para el progreso y la integración económica. La idea de "dejar de ser ese corsé en una zona proteccionista, la quinta más proteccionista del mundo", como la describió, resuena con su visión de un Uruguay más dinámico y competitivo en el escenario global.
Esta posición de Lacalle Pou indica un posible cambio en la dinámica de negociación dentro del Mercosur, buscando mayor flexibilidad para los miembros que desean avanzar más rápidamente en la liberalización del comercio y la integración económica con otros países y regiones.
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