Momentos. está en Durazno (Uruguay).
El Ibirapitá el árbol de Artigas.
Divino con su elegante altura
y sus manojos de flores amarillas,
esas que embellecen todo
floreciendo con sus cinco pétalos,
al calorcito del sol del verano.
Hermosos árboles paraguayos nacidos de aquel simple retoño,
traído a nuestro país hace años
para volverlo a plantar y verlo florecer
en nuestras escuelas y plazas.
Así retendremos en la memoria
la frescura de su sombra,
la belleza de sus flores,
mezcladas con aires de nostalgia,
cuando estamos solos y lejos...
quizás aquellas que acompañaron
amaneceres, tardes y noches
del exilio de Nuestro Prócer.
Rosana Magali
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