LAS FOCAS APLAUDIDORAS DE FIDEL CASTRO
Cuando yo estaba haciendo la residencia en mi especialidad en los primeros meses declararon a Guantánamo como sede de la celebración del acto nacional por un aniversario más del asalto al cuartel Moncada o 26 de Julio. El jefe del departamento de mi especialidad me envió a cuidar como médico a una congregación de hombres maduros milicianos.
Era una Secundaria Básica de esas que construyó el régimen por toda la isla para separar a los hijos de los padres y sustraerlos de la educación familiar que recibían, aun tipo tradicional, y no la Marxista-Leninista con enseñanza del idioma Ruso y todo lo demás
Me asignaron una ambulancia con un chofer viejo y amable que me dijo que todas las secundarias en el campo estaban libres de alumnos para albergar a todos aquellos milicianos comunistas traídos de diferentes ciudades de Cuba. Ni de este punto se olvidaba el Comandante para ofrecer la propaganda que todo el pueblo lo apoyaba.
Yo llegué a la escuela con buen talante y sentido del humor. Me asignaron la enfermería que estaba pelada-solo algodón y un poco de gaza. Después de instalarme vinieron un grupo de mujeres jóvenes vestidas de civil y me dijeron que eran miembros del grupo de apoyo al Comandante. Me trajeron todos los insumos médicos que hacían falta: tijeras, pinzas Kosher, hilo para suturar, agujas, alcohol. Etc. y varios frascos con tapa donde yo debía recoger muestras del desayuno, almuerzo y cena por si se declaraba una diarrea masiva o intoxicación alimentaria, investigar en los frascos correspondientes que debía guardar en un frízer.
Esa noche llegaron los oficiales que dirigían al contingente, todos maduros. A la hora de dar la novela mexicana de moda que tenía a todo el mundo pegado a sus televisores por una hora, primero discutieron entre ellos si yo podía entrar con ellos a una oficina con televisor a color o no. Tuve que ver la novela junto a los pobres milicianos en tv blanco y negro.
Al día siguiente: el discurso de Castro y en primera fila todos los hombres y mujeres milicianas que estaban en todas las secundarias de la provincia. Y cómo aplaudían cada frase contundente del Jefe Supremo. Y yo mirando por el televisor blanco y negro.
Al Secretario del PCC que tenía Guantánamo hacia siglos lo eliminaron por otro, así no más, sin consultar con el pueblo ni hacer elecciones-lo cierto era que el pueblo ya estaba podrido del antiguo y era vox populi de su finca en lo intrincado de un monte donde se construyó una mansión con piscina y animales y aves exóticos.
Cuando terminó todo se desperdigó la muchedumbre y los milicianos volvieron a la Secundaria, hambrientos y sedientos. Después de saciarse vinieron unos ómnibus y todos se marcharon.
fragmento
DR ORLANDO VICENTE ALVAREZ
CUBANO URUGUAYO
GENIO