Cuando mi hija de 7 u 8 años empecé a notar su talento natural para la música y cuando yo ponía en el toca disco música norteamericana, me sorprendió escucharla cantando fragmentos de la canción The way we were cantada por Barbra Straisand y yo aproveché mis conocimientos del idioma ingles para cantarla al unísono con mi hija.
Con su voz aguda
llegaba a registros a los que yo no podía llegar “Memories like a calling of my
mind…” hasta que se aprendió la canción completa. Pero era tímida para cantarla
en público en la Iglesia. No conocía el significado de la letra pero los niños si
se les enseña tempranamente cantan cualquier idioma si se les enseñe bien.
También hacíamos dúo
con la canción de Nat King Cole y de su hija Natilla Cole “Unforgetable"
en la que nos acoplábamos perfectamente, hasta que sucedió algo.
En la esquina
abrieron una pizzería en el corredor de una casa y ponían tecno-cumbias de la
cantante Texo-mexicana SELENA y ahí se acabó toda la fascinación de mi hija con
la música norteamericana.
Yo tuve que conseguirle
un walk Man con un casete de Selena y con los auriculares puestos se volcaba en la cama con los ojos cerrados
como si soñara pero no cantaba aquellas melodías, solo le gustaba escuchar a
aquella joven en un nuevo ritmo que recién había entrado en Cuba.
Al punto fue su obsesión
con Selena que tuve que llevarla al cine América-el más grande de la ciudad de Guantánamo-
que para entonces no tenía piezas de películas para proyectar en la gran
pantalla y por un módico precio colocaban un viejo televisor en colores donde
pasaban documentales y películas. Entre estos, la vida y el asesinato de
aquella cantante texana, que en el pináculo de su gloria recibió un disparo en el
hombro de su asistente Yolanda Zaldívar a la temprana edad de 23 años. Mi hija
lloró cuando en una representación dramática de Selena en el lobby del Hotel
fallece.
Todavía no se había filmado
la vida de la cantante, esteralizada por Jennifer López, que no sé si mi hija
la vio-lo dudo pues yo me había asilado en Uruguay y vi el film aquí en 1997-.
No creo que la hayan pasado en Cuba.
Así dejé a mi hija. En sus primeras cartas me mencionaba
la canción de Barbra Straisand y de Nat King Cole, pero ya no me hablaba de Selena.
Su talento para la música lo olvidó en parte por mi culpa, entre otras razones
que no quiero mencionar aquí, al “quedarme”
en Uruguay.
Años después, siendo
ella una bella señorita vino al Uruguay a acompañarme y a trabajar.
Le pregunte recién si
se acordaba de las tardes en que cantábamos las canciones americanas y me dijo.
–No Pa, eso quedo en el pasado y fuera de mis recuerdos.-
Yo quedé triste por
un momento pero la vida es así. No se puede estar anclado al pasado, ahora
mirar hacia adelante y remover todo trazo de la cultura caribeña y norteamerica,
pero no le veo ningún entusiasmo por la música
del Rio de la Plata.
Selena Quintanilla
Pérez (Lake Jackson, 16 de abril de 1971-Corpus Christi, 31 de marzo de 1995)
fue una cantante estadounidense de ascendencia mexicana de tex-mex, ranchera,
balada, pop latino y cumbia mexicana, además de empresaria, modelo, actriz y diseñadora
de moda. Le dieron cadena perpetua y ella en el documental murmura que entre la
cantante y ella existía una conexión especial que se llevaría a la muerte como
un gran secreto que solo le pertenecía a las dos.
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