- Creo en América. América hizo mi fortuna y he dado a mi hija una educación americana.
Le di libertad, pero le enseñé a no deshonrar a su familia. Conoció a un muchacho, no era italiano. Iba al cine con él, volvía tarde. Nunca protesté.
El mes pasado la llevó de paseo con otro amigo suyo. Le hicieron beber whisky. Después… trataron de abusar de ella. Ella se resistió, defendió su honor y le pegaron como a un animal. Cuando llegue al hospital tenia la nariz rota y la mandíbula destrozada y sujeta con un alambre. No podía ni llorar a causa del dolor. Pero yo sí, porque lloré. Ella lo era todo en mi vida, una chica preciosa y nunca volverá a serlo.
Perdón,
Yo fui a la policía como buen americano, los dos tipos fueron procesados, el juez los sentenció a tres años de prisión y dejo en suspenso la condena. Suspendió la condena y los puso en libertad. El mismo día. Yo me quede en la sala como un imbecil y los dos canallas se reían de mí. Le dije a mi mujer, “la justicia nos la dará Corleone”.
- Por qué acudiste a la policía y no viniste a mi primero?
-¿Qué tengo que pagar? No importa lo que sea, pero ayúdeme en lo que le pido.
-¿Qué quiere?
(Bonasera le susurra al oído)
-Eso no puedo hacerlo.
-Le daré lo que me pida.
-Nos conocemos desde hace muchos años y por primera vez vienes a pedirme ayuda. Ya casi no me acuerdo de cuando dejaste de invitarme a tu casa a tomar café y creo que mi mujer es madrina de tu hija. Pero hablemos claro, nunca has querido mi amistad. Te asustaba tener relación con nosotros, no querías correr ningún peligro. Le entiendo.
Tu paraíso era América, tenías tu negocio, la vida te iba bien, la policía avivaba tu sueño con la ley y no me necesitabas, pero ahora vienes a mi a decir…”Don Corleone pido justicia”, me lo pides sin ningún respeto, no como un amigo, ni siquiera me llamas Padrino. En cambio, vienes a mi casa, el día de la boda de mi hija a pedirme que mate por dinero.
-Lo que pido es justicia.
-Eso no es justicia, tu hija está viva.
-Quiero que sufran, como ella. ¿Qué tengo que pagar?
-Bonasera, Bonasera ¿Qué he hecho para que me trates con tan poco respeto? Si habrías mantenido mi amistad los maltratadores de tu hija lo habrían pagado con creces, porque cuando uno de mis amigos se crea enemigos yo los convierto en mis enemigos y a ese le temen.
-¿Amigos? Padrino..
-Bien, algún día…y puede que ese día nunca llegue acudiré a ti y tendrás que servirme, pero hasta entonces, acepta mi ayuda en memoria de la boda de mi hija.
-Grace Padrino
-Prego.
El Padrino (1972) Francis Ford Coppola
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