LOS CASTRO, MARIELA Y EL SÍNDROME DE LA SIMULACIÓN CONTRAFÁCTIVA.
EL ETERNO TRANSTORNO PSIQUIATRICO DE LOS
CASTROS Y DE MARIELA DE ECHARLE LA CULPA DE LOS FRACASOS Y LAS PROTESTAS QUE
ÚLTIMAMENTE SURGEN EN LA POBLACION A UN
ENEMIGO EXTERNO YA SEA EL IMPERIO O A LOS CUBANOS DE MIAMI.
Típico es el caso de la protesta de los
miembros de la organización TGGB y de los múltiples fracasos del comunismo
cubano-no mencionaré ahora, la lista sería demasiado extensa, de buscar un
enemigo interno o externo de los fallos típicos que siempre han cometido los países
comunistas alrededor del mundo. El último ejemplo: Venezuela.
"El problema es que uno
no se puede llevar mal consigo mismo, y por eso tendemos a echar la culpa a los
demás".
Así se explica que nos
cueste tanto aceptar que nos hemos equivocado. "Todo lo negativo nos
molesta y echar la culpa al otro es un gran recurso", completa Martínez
Lahuerta, "porque la mente prefiere desligarse de lo que trae consigo una
consecuencia negativa".
Pero, sobre todo, hay que
evitar vivir instalados en el pensamiento Steve Urkel, del “¿he sido yo?”.
Explican los expertos que aquellos que tienden a atribuir la responsabilidad de
sus fallos a los demás son personas con una percepción híper subjetiva de la
realidad y con un alto nivel de intolerancia a las emociones negativas, pero
también recalcan que cada uno es el conductor de su propia vida.
Pero la conclusión, según
las voces autorizadas, es que el problema no es errar, sino errar muchas veces
en lo mismo. Y, más allá, el problema está en errar y, además, hacerse un Steve
Urkel.
El ser humano cae una y otra
vez en un típico error: buscar culpables fuera de sí mismo, para cualquier
problema. Si acertamos, es nuestra virtud, pero si erramos, seguramente será
responsabilidad del otro.
«Si cerráis la puerta a
todos los errores, también la verdad se quedará fuera.»
-Rabindranath Tagore-
«El miedo a una evaluación negativa, o miedo
a ser juzgados negativamente por los demás e incurrir en su desprecio y desdén;
miedo a que los demás piensen que somos unos estúpidos, débiles, ineptos y tal
vez incluso que estamos locos».-Crark y Beck-
Ante un suceso al cual
echamos la culpa a un factor externo.
Nos convertimos en espectadores apáticos y a la vez cómplices de la no
asistencia a alguien que necesite ayuda.
Lo que se conoce como “difusión de responsabilidad”. Todos somos
culpables y ninguno a la vez.
Y finalmente, introducimos
la figura del «empático egoísta» para reducir el malestar emocional que nos
genera ser testigos del sufrimiento ajeno.
«Si las personas sólo fueran
responsables de lo que hacen conscientemente, los idiotas estarían de antemano
libres de cualquier culpa»
-Milan Kundera-
ES UN SINDROME PARANOIDE
TÍPICO DE LOS QUE DETECTAN EL PODER.
La principal causa de las
mentiras es el miedo infantil al rechazo, a perder el aprecio de los demás, un
miedo que incita a echar las culpas a las circunstancias, a factores ajenos o a
los demás.
Poner excusas es tan
habitual para algunas personas que a veces ya no importa si el argumento es
razonable o no, sobra con pensar que nadie puede desmentirlo.
Ante un fracaso, se
justifican y echan la culpa a otros o a las circunstancias. Se hacen las
victimas para que se le reconozcan los méritos.
Es un rasgo común en el
trastorno paranoide de la personalidad. En este, la sintomatología consiste en
una tendencia generalizada e injustificada a interpretar las acciones de los
demás como agresivas o amenazantes. Son personas que se sienten explotadas por
los demás, desconfiadas, celosas, reaccionan a menudo de forma agresiva de una
manera disimulada. Se calcula que entre 0,5 y
2,5 por ciento de la población general sufre de este problema. Estas
personas raramente buscan ayuda profesional.
El papel de víctima se asume culpabilizando a
todo y a todos de las cosas negativas que suceden con el objeto de obtener
atención y disfrutar de la lástima de los demás. Las quejas y reclamos, en
forma subrepticia, están transmitiendo un mensaje claro: sientan culpa. Son
personas que van de mártires por la vida.
En general, cuando las personas enfrentan
dificultades, buscan soluciones. Pero aquellas con victimismo, no lo hacen. Su
talento consiste en encontrar excusas. Su comportamiento va dirigido a negar
sus defectos y hacerle el quite a las responsabilidades.
El victimismo consiste en defenderse de la
ansiedad y del miedo, proyectando en personas y situaciones externas las
situaciones difíciles de la vida diaria y la forma de lograrlo es mostrarse
maltratados.
Pero como no todo el mundo entra en el juego,
pueden llegar con facilidad al resentimiento, a la rabia o al deseo de
venganza. Y esto lo logran agrediendo física o emocionalmente.
Estas personas, de alguna manera, disfrutan
de su sufrimiento e, inconscientemente, lo ven como un medio de
auto-gratificación y (en cierta forma) de logro personal.
Pero todo esto debe tener
alguna ventaja. Para entender lo que está pasando, tenemos que considerar los
aspectos positivos de ser una víctima. A pesar de la aparente miseria, hay
beneficios asociados a desempeñar este papel.
Pero algo hay de cierto sobre la actividad del enemigo-sobre todo cubano de la isla y el externos-al ver que su amada isla se desmorana en el hambre y la miseria.
Una nueva generación de militares,seres humanos al fin, ven con tristeza como el país se hunde y por muy adoctrinados que estén-son cubanos como nosotros y les quedan sentimientos humanos surgidos, al ver al pais desmoronarses en la mas adyecta miseria y hambre. Están esperando su oportunidad para liberar a cuba. Asi camina la propia dialectica Marxista y el el adoctrinamiento que es cada dia menos intenso. El gobierno se cae cuando se rompe la cadena de mando y la Seguridad del Estado ya no es tan eficiente como cuando Fidel Castro la prioriozaba,
Mientras tanto, repremimen toda manifestacion de disidencia, aunque les duela, al igual que pasó en Nacinal Socialismo hitleriano y otros lugares, como han aprendido Maduro y sus secuaces.
No pueden quedar indiferentes ante el sufrimiento del pueblo que solo les quedan tres caminos: emigrar hacia cualquier país, bajar la cabeza o revelarse. Esa es la esperanza que tanto la dirijencia máxima temen.
Pero algo hay de cierto sobre la actividad del enemigo-sobre todo cubano de la isla y el externos-al ver que su amada isla se desmorana en el hambre y la miseria.
Una nueva generación de militares,seres humanos al fin, ven con tristeza como el país se hunde y por muy adoctrinados que estén-son cubanos como nosotros y les quedan sentimientos humanos surgidos, al ver al pais desmoronarses en la mas adyecta miseria y hambre. Están esperando su oportunidad para liberar a cuba. Asi camina la propia dialectica Marxista y el el adoctrinamiento que es cada dia menos intenso. El gobierno se cae cuando se rompe la cadena de mando y la Seguridad del Estado ya no es tan eficiente como cuando Fidel Castro la prioriozaba,
Mientras tanto, repremimen toda manifestacion de disidencia, aunque les duela, al igual que pasó en Nacinal Socialismo hitleriano y otros lugares, como han aprendido Maduro y sus secuaces.
No pueden quedar indiferentes ante el sufrimiento del pueblo que solo les quedan tres caminos: emigrar hacia cualquier país, bajar la cabeza o revelarse. Esa es la esperanza que tanto la dirijencia máxima temen.
Orlando Vicente Álvarez
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