BARBERÍA: CUANDO EL MONO SE VISTE DE SEDA, VIEJO SE QUEDA.
Hace unos días abrió una barbería, no un “Coifer
en que entras a hacerte un corte de pelo y sales con cejas depiladas y hasta los cascos de los pies pintados de
rojo turquesa, pues sí, era una verdadera barbería como Dios manda, con un antiguo asiento, un solo espejo en
el frente y olor a agua de colonia como
en la época de mi gloriosa juventud.
Yo había visto en Punta Shopping argentinos
viejos y jóvenes con modernos cortes de
peinado a lo militar o sea, rapados a los costados y con un “hopo” en la coronilla y pensé: si
esos viejos se lo hacen por qué no yo. No me quería sentir fuera de “onda”.
Pues fui a la nueva barbería donde un joven
de 36 años, rapado y con una cachucha atada con una cinta dormitaba en un
gastado sofá.
Le dije qué corte quería que me hiciera pero me
dijo muy discretamente que yo era muy viejo para esa moda de pibes. Ahh, se me
olvidaba, frente al local se leía un cartel con los precios, no baratos, y
además decía con letras imitando un grafiti: Corte a lo “degradé”. Tenía que
ser en francés, no en puro castizo sino tener una onda extrajera para que
vieran que hacían cortes modernos y todo ese lio.
Yo le dije que quería un “degradé”, que lo
intentara pues yo me sentía joven aunque ya la papada me colgaba hasta el
pecho. Ante mi insistencia, el barbero me explicó que no sería tan radical en
el corte y que el “hopo” no iba a ser tan abundante.
-Tiene un pelo abundante y hermoso- me engatusó
el barbero- pero muchas canas…
-No importa. De aquí no salgo sin un degradé aunque tenga que “degraciarme”-le
contesté con ironía.
Empezó el corte del cabello. Mechones del
mismo caían por la capa. Adiós pelo mío, sin ti, no hubiera conquistado tantas
chicas y maduronas en mi segunda juventud.
Terminó el barbero. No era lo que yo deseaba,
más corte a máquina 0 en los costados y de ahí ir subiendo por los costados
hasta que el equipo marcara 4. Cuando terminó me enseñó con espejo redondo la
parte trasera de la jeta.
Intente poner cara de satisfacción. Le pagué
la elevada suma y salí a la calle. Nadie parecía darse cuenta del cambio. Después reflexioné
que un corte de cabello moderno no me hacía más joven, sino que realzaba más
aun mi voluminoso rostro que tiende a caerse hacia abajo y adelante por leyes
de la física y la falta de elasticidad de la piel.
Bueno.
MONO AUNQUE TE CAMBIES EL LOOK,
VIEJO SERÁS EL RESTO DE TU VIDA.
DR ORLANDO VICENTE ALVAREZ CUBANO URUGUAYO,GENIO
DR ORLANDO VICENTE ALVAREZ CUBANO URUGUAYO,GENIO
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