Satanás en La Pasión de Cristo (2004, dir. Mel Gibson) y Lucifer en Constantine (2005, dir. Francis Lawrence).
Interpretar en la pantalla grande al “padre de la mentira y homicida desde el principio” no debe ser un trabajo sencillo ni para los actores, ni para los directores. Se supone que nos están mostrando al enemigo de Dios y de todos los hombres, al Príncipe de las tinieblas, al ser mas repugnante, inmundo y vil que pueda existir. Su sola presencia debería provocar en el espectador una mezcla de rechazo y temor.
Lo logró en ustedes? Cuál de los dos les dio mas miedo?
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