“Cuando una canción la empezás bien, ya está. “Cuando ya me empiece a quedar solo” fue muy telepática: la hice toda como si fuera un ejercicio de voicing, de poner la armonía. En vez de tocar un acorde con un piano, hice que cada nota sea un instrumento. Además, tiene muchísimos acordes. Después salió la letra, donde se me mezclaron mil historias. Cuan do te tirás al vacío, te sale la posta. Después tenés que escucharlo y todo eso. Lo que pasa es que a uno le da vergüenza decir la verdad, pero cuando la pegás, je mortal! La compuse en la primera pensión donde viví, en Soler y Aráoz. Yo me "ecualicé" con lo que decía y lo que me pasaba recién en la época de La Máquina de Hacer Pájaros, antes todo era imaginación pura. En una mente que piensa bien, es una gran cosa la imaginación. El personaje de la canción es como un Chopin, un Amadeus o una Greta Garbo, vieja todo mal y todos te aplauden. El tema es un poco para hacer sentir mal a la gente. ¡Es como "When I'm Sixty-four" pero todo mal! La vez que más me impactó fue cuando la cantó Nito en la vuelta de Sui Generis, porque me di cuenta que todo lo que dice... me pasó después”.
Charly García
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Tendré los ojos muy lejos
y un cigarrillo en la boca,
el pecho dentro de un hueco
y una gata medio loca.
Un escenario vacío,
un libro muerto de pena,
un dibujo destruido
y la caridad ajena.
Un televisor inútil
eléctrica compañía,
la radio a todo volumen
y una prisión que no es mía.
Una vejez sin temores
y una vida reposada,
ventanas muy agitadas
y una cama tan inmóvil.
Y un montón de diarios apilados
y una flor cuidando mi pasado
y un rumor de voces que me gritan
y un millón de manos que me aplauden
y el fantasma tuyo, sobre todo
cuando ya me empiece a quedar solo.
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