Entre por la chimenea
Cualquier similitud con la realidad, es puro chusmerio
Sera por eso que me dicen negro, o afro uruguayo. El carbón acumulado en el conducto que bajaba hasta la leña, se adhirió a mi piel y con el paso de los años, sigo disfrutando de las bondades y la fama de ser grone. Capisce?
Lo cierto es que aquel 26 de noviembre, la vieja Jertrudiz (partera del pueblo), con fama de corta cordones de un solo tijeretazo, ayudaba a dar a luz a un hermoso bebe, su servidor.
Tan pronto como empezaron a llegar familiares y amigos, todas las miradas se posaban en mi viejo, buscando una respuesta que no llegaba. Y es que aquella cigüeña que tenía que dejarme en la puerta, tuvo un problema con el tren de aterrizaje, y optó por tirarme desde la altura sin pensar las consecuencias.
Mi viejo, un aprendiz de carpintero, se había casado con Maria y lo único que le faltaba a aquella familia era un pesebre; cuando llegaron los reyes a conocerme, no faltó la chusma que dijo que Baltazar había tenido algo que ver con mi vieja, mientras ella aseguraba que el Espíritu Santo la había fecundado.
Una tarde, me monte en una mula vieja, y me fui al pueblo vecino; en un callejón oscuro, estaba la vidente del pueblo.
“Pasa negrito” me grito del fondo… “Que andas buscando, la verdad de tu origen?” pregunto. Entonces, sin perder tiempo le dije que no tenía efectivo, que el cajero automático me había tragado la tarjeta.
“Mira oscurito, si sos quien yo creo que sos, me podes pagar con un par de milagros, y quedamos a mano, ta?” Era uruguaya la vidente.
“Teniendo los dones que tenés, porque hace un par de años, no apostate cuando el maracanazo, Brasil era favorito y las apuestas, pagaban muy bien?” la cuestioné. Era rápida para responder la fulana. “Es que hice un curso acelerado de vidente bilingüe, y lo termine en agosto de 1950” dijo. Perfecta forma de sacarse la responsabilidad de encima. “Vayamos al grano, dijo el dermatologo” le dije, poniéndole presión para lo que se venía a averiguar, y que me atormentaba.
“Veamos, si yo fuera vos, vendería milagros, haría ver a lo ciegos y escuchar a los sordos, y los arrepentidos de alcohólicos anónimos, harían cola con galones de agua, para que los convirtiera en vino reserva, el panadero del barrio te pediría que multiplicaras las baguette, y lo mejor, yo manejaría la caja chica” me dijo.
“No me contestes con una propuesta comercial. Anduve a lomo de burro por dos dias, y no me voy con las manos vacias” pensé.
Fue entonces cuando la vidente, Baltazar, el sordo, el ciego y algún otro, encendieron el fuego de aquel hogar a lena, un humo blanco llamó la atención de aquella cigüeña que ya había reparado su tren de aterrizaje, me cargo en una toalla húmeda que me quito el hollín, y seguimos viaje hacia aquel pueblo chiquito, donde el cartel electrónico rezaba, Cigüeña proveniente de París, arriba a pista 4 con 2 horas de demoras. A los padres que esperaban uno o más hijos, registrarse con documento para acreditar parentesco, a través de un ADN instantáneo, para evitar el chusmerio, vio?
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