1. (...) Lo único que le pide a la vida es no pensar. Por alguna razón, pensar es espantoso para él, y huye como una plaga de todo lo que pueda estimular su imaginación. Es un sujeto muy flaco, gris y arrugado, aunque algunos dicen que no es tan viejo como aparenta. El miedo ha clavado en él sus truculentas garras, y cualquier sonido le hace dar un respingo, con los ojos muy abiertos y la frente cubierta de sudor.
Describiendo a un hombre gris.
2. Lo que siguió entonces fue una exhaustiva comparación de detalles y un momento de pavoroso silencio cuando el detective y el científico llegaron a la conclusión de la práctica identidad de la frase común a aquellos dos rituales diabólicos pertenecientes a mundos tan diferentes y distantes entre sí.
Extracto de “La extraña casa elevada entre la niebla”.
3. Esas gentes son tan silenciosas y hurañas que uno tiene la impresión de verse frente a un recóndito enigma del que más vale no intentar averiguar nada. Y ese sentimiento de extraño desasosiego se recrudece cuando, desde un alto del camino, se divisan las montañas que se alzan por encima de los tupidos bosques que cubren la comarca.
Otro pequeño fragmento del mismo libro: “La extraña casa elevada entre la niebla”.
4. Sobre tumbas y sepulcros ya era mucho lo que sabía e imaginaba, aunque por mi peculiar carácter me había apartado de todo contacto con camposantos y cementerios. La extraña casa de piedra en la ladera representaba para mí una fuente de interés y especulaciones; y su interior frío y húmedo, dentro del que vanamente trataba de ojear a través de la abertura tan incitantemente dispuesta, no tenía para mí connotaciones de muerte o decadencia.
Unas líneas de su obra “La tumba”.
5. Los términos que mejor pueden sugerir el carácter general de nuestras experiencias son los de inmersiones o ascensiones; pues en cada revelación, una parte de nuestra mente se separaba de cuanto es real y presente, y se precipitaban etéreamente en espantosos, oscuros y sobrecogedores abismos, traspasando a veces ciertos obstáculos definidos y característicos que sólo podría describir como viscosas y groseras nubes de vapor.
De su obra “Hipnos”.
6. Al Oeste de Arkham, las colinas se yerguen selváticas, y hay valles con profundos bosques en los cuales no ha resonado nunca el ruido de un hacha. Hay angostas y oscuras cañadas donde los árboles se inclinan fantásticamente, y donde discurren estrechos arroyuelos que nunca han captado el reflejo de la luz del sol. (...) Pero todas ellas están ahora vacías, con las amplias chimeneas desmoronándose y las paredes pandeándose debajo de los techos a la holandesa.
Describiendo el paisaje de una de sus obras más célebres.
7. (...) No era fruto de los planetas y soles que brillan en los telescopios y en las placas fotográficas de nuestros observatorios. No era ningún soplo de los cielos cuyos movimientos y dimensiones miden nuestros astrónomos o consideran demasiado vastos para ser medidos. No era más que un color surgido del espacio...Un pavoroso mensajero de unos reinos del infinito situados más allá de la Naturaleza que nosotros conocemos; de unos reinos cuya simple existencia aturde el cerebro con las inmensas posibilidades extra cósmicas que ofrece a nuestra imaginación.
Otro fragmento de “La extraña casa elevada entre la niebla”.
8. Los hombres de más amplia mentalidad saben que no hay una distinción clara entre lo real y lo irreal; que todas las cosas parecen lo que parecen sólo en virtud de los delicados instrumentos psíquicos y mentales de cada individuo, merced a los cuales llegamos a conocerlos; pero el prosaico materialismo de la mayoría condena como locura los destellos de clarividencia que traspasan el velo común del claro empirismo.
Sobre la mentalidad de las personas ganadoras.
9. La muerte es misericordiosa, ya que de ella no hay retorno; pero para aquel que regresa de las cámaras más profundas de la noche, extraviado y consciente, no vuelve a haber paz.
La mala vida siempre te persigue.
10. ¡Ojalá los dioses misericordiosos, si existen efectivamente, protejan esas horas en que ningún poder de la voluntad, ni las drogas inventadas por el ingenio del hombre, pueden mantenerme alejado del abismo del sueño!
Una petición a lo más alto.
11. En una losa, en el interior de un nicho, descubrió un ataúd viejo, pero vacío, en cuya deslustrada placa reza esta simple palabra: "Jervas". En ese ataúd y en esa cripta me ha prometido que seré sepultado.
Fragmento para echarse a temblar.
12. Ante ese faro han desfilado por espacio de un siglo los majestuosos barcos de los siete mares. En tiempos de mi abuelo eran multitud; en los de mi padre no tanto, y ahora son tan pocos que a veces me siento extrañamente solo, como si yo fuese el último hombre sobre nuestro planeta.
Reflexión sobre la inmensidad de la vida.
13. No cabía duda de que las descripciones de sueños y los recortes recopilados por el profesor venían a corroborar los hechos, pero la racionalidad de mi mente y la extravagancia de todo este tema me llevaron a adoptar lo que a mi juicio eran las conclusiones más sensatas.
Sobre los sueños y cómo influyen en nuestro pensamiento.
14. La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido.
Ciertamente, el miedo es una sensación atávica.
15. Ni la muerte, ni la fatalidad, ni la ansiedad, pueden producir la insoportable desesperación que resulta de perder la propia identidad.
Por encima de todo, ser uno mismo.
MAS EN https://psicologiaymente.com/reflexiones/frases-hp-lovecraft
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