UN PARAISO PARA LOS PERROS ,BY ORLANDO VICENTE,CUBA
Solo recuerdo mi llegada a Guantánamo entre lágrimas y besos.
Una noche después, estando en el corredor balanceándome en bermuda por
el inclemente calor se acercó mi hijo. Ya era todo un hombre de 20 años
guapo por los ejercicios y alto por los genes que le legó la rama de la
familia materna.
Me dio un beso en las mejillas y me preguntó cómo
eran las mujeres uruguayas. Yo le dije vaguedades para que no se
entusiasmara.
_Papa, ¿tú te acuerdas de nuestro perro Serafín, aquel caniche que queríamos tanto?
_ Claro que me acuerdo, hijo.
_ ¿Y que me dijeron que se había ido al cielo de los perros?
_ Eras un chico tierno. No se te podía decir la verdad hasta que tú la descubriera por ti mismo.
-¿Sabes una cosa?
-¿Qué dime, hijo mío?
_ El cielo sería muy aburrido sin nuestros perros.
No comments:
Post a Comment