LOS PSIQUIATRAS EN CUBA EN TIEMPOS DEL SOCIOPATA EN JEFE.
Foto hecha por el autor. Derechos reservados. Comentarios al final de la historia.
Hay un antiguo Mantra HARE KRISHNA en Cuba que pasa de año en año entre los
estudiantes de medicina.
“OMMMMMMM.
OMMMMMMM.
Y dijo Kristmas a sus discípulos estas sabias
palabras:
“Los Cirujanos no saben nada pero resuelven
mucho”
“Los Médicos Internos saben mucho pero no
resuelven nada”
“Los Psiquiatras no saben nada y no
resuelven ni cojones”
Cuando yo era estudiante de medicina en el
5to año de la carrera roté por la asignatura de Psiquiatría en un hospital
próximo a Stgo de Cuba que antes
albergaba a los pacientes leprosos.
El “Locosomio” como así le llamábamos
los estudiantes, era de una construcción de ladrillos, grande, con
cubículos espaciosos y salas largas para los pacientes que aún no se volvían
totalmente locos. Tenía o tiene, un
amplio jardín con bancos, árboles y
mucho más que hacían acogedor el sitio.
No parecia que era un almacén de pacientes
psiquiátricos sino de opacados Zombis que deambulaban por los pasillos en punta
de pies esperando con ansiedad su próximo electro shock –ahora le llaman Tratamiento
Electro convulsivo, para suavizar la
agresividad del antiguo término- ya que entonces algunos podían salir a sus
casas el fin de semana, digo, los menos peligrosos.
Pero lo que más admiré y recuerdo fueron los
profesores que nos impartían clases teóricas y prácticas sobre psiquiatría.
Freud, el Doctor que revolucionó con el psicoanálisis el modo de abordar a
estos pacientes insanos de mente, no se mencionaba para nada. Solo el Complejo
de Edipo para recordarnos que había otra alternativa de abordar el tratamiento
de los pacientes y la sexualidad infantil que en aquellos tiempos era tabú.
La directora del centro se llamaba Finita.
No sé si era un apodo o porque se peinaba con un moño negro de 5 pisos- las estudiantes decían que era para
ocultar una “tonsura” o una clase de calvicie en el centro de su cuero
cabelludo.
Era delgada y alta. Se maquillaba sin
escatimar cosméticos- escasos en Cuba pero ella se los ingeniaba con los viajes
que su esposo hacia al extranjero, pero de él vamos a hablar después. Parpados
azules, abundante rímel negro delineaban sus ojos, boca carnosa y grande,
anunciaban con un rojo fuerte las bondades de un beso.
Era el hazme reír de las alumnas. Decían que
su presencia excéntrica, atractiva y sobrecargada, era para atraer las miradas de los alumnos
varones, otros médicos apuestos y ser el sueño o la pesadilla erótica de los
pacientes medio locos o locos del todo. Lo cierto es que no dejaba a nadie
indiferente.
Pero mi profesora preferida era la Doctora Blanche, una mujer de estatura baja, obesa,
cara redonda y labios gruesos. Sus clases eran un banquete para nosotros.
_Bueno. Ahora les voy a presentar a un joven,
ya no tan joven-corregía- que tiene Esquizofrenia. Verán las alucinaciones
auditivas que tiene y su biotipo.
Hacía pasar a un hombre gordo con cara de
niño y muy sereno-¿Sería por todas las pastillas que le atosigaban día y
noche?-el cual se sentaba a su lado y la profesora le iba haciendo preguntas:
-A ver Claudio. ¿Cuéntanos lo de las voces
que tú escuchas?
-No sé
Doctora. A veces alguien me habla y me da órdenes que yo no entiendo.
-¿Es vos de mujer o de hombre?
-A veces es de mujer entonces creo que es
Mamá y otras veces de hombre, que creo es la de Papá.-de repente el paciente se
da un manotazo en el oído derecho y agrega con vos alterada- ¡Ahora mismo Papá
me está dando órdenes!
¿Y qué te ordena Claudio?
-No lo entiendo bien, doctora. Creo que me
dice que salga de la cama matrimonial y me vaya a mi cuarto. No sé. Van a hacer
algo muy malo, muy malo.
-Basta por hoy Claudio. Solo quería mostrarle
a los alumnos cuan ciertas son esas voces en tu subconsciente… A propósito… ¿Tú
te masturbas cuando es tu Mamá quien habla?
- ¿Y qué es eso doctora?
-Ehh. Bueno. Hablando en lenguaje no médico que
sí vas a entender… Es “jalarse una paja”
¿Entiendes ahora?
El hombre abrió los ojos y se estremeció,
como lleno de culpa.
-A veces. A veces.
-Claudio. Gracias por ayudarnos.
-Pero doctora. Mi padre me sigue ordenando
que salga del cuarto una y otra vez. Yo solo quiero estar junto a mi mamita…
-Espera que las tabletas te hagan efecto.
Entonces oirás a tu Hijo.
-¡Pero doctora si yo no tengo hijos!
-Ya lo escucharás cuando tu esposa para o alumbre
a tu hijo.
-Doctora. Yo no tengo esposa ni la tendré…
-Ya tendrás un hijo, tendrás un hijo, cuando
las pastillas hagan su efecto.
Claudio dejó la habitación rápidamente. Esta
vez peleando con las tías, primas y amigas de su madre que le formaban un
escándalo.
La Doctora Blanche lo siguió con la mirada,
entrecerró sus ojos y le sacó la lengua a Claudio mientras este cerraba la
puerta tras él.
¡Maricón!-le gritó.
Nosotros los alumnos estallamos en risa por
la escena. En eso se asoma Finita, primero apareció la punta del moño negro- y
pregunta:
¿Niños cómo les va a ustedes con la profesora
Blanche?
Nosotros respondíamos al unísono como un coro
de infantes:
-¡Bien!
-¿Y están aprendiendo lo fácil que es la asignatura de la
psiquiatría… Ahh… Y los bueno que son los Psiquiatras?
Y nosotros:
-¡Siiiiii!
-Bueno. Los dejo en buenas manos. No hay
nadie como la Doctora Blanche para llegar
al intríngulis de lo que padecen nuestros pacientes. Bueno, sigo mi
recorrido por las salas.
Se hizo un silencio sepulcral.
La profesora Blanche, cuando Finita había
cerrado la puerta, muy seria dijo:
-¡Puta!... Y sobre Claudio no se
preocupen-nos dijo- que con siete electros shock se le quita ese Complejo de
Edipo enmarañado que nos tiene locos a todos los psiquiatras de este centro.
“-Bueno. Voy a contarle algo muy personal. Un
poco nada más porque no quiero que piensen que tengo antítesis del Síndrome de Narciso.
Ya ustedes saben, el joven griego que se enamoró de su propia imagen en las
aguas de un lago”
“Resulta que yo rompí a martillazos todos los
espejos de casa porque no quería ver mi cara. Tan fea me sentía. Me maquillaba
en la obscuridad de la madrugada. Buscaba a tientas los ojos y ahí iba el
colorete, tocaba el sitio de las cejas y me las pintaba a tientas- de ahí que
venía al trabajo luciendo más fea de lo que era- Para los labios era más fácil,
los proyectaba delicadamente y ahí va el creyón, no me acordaba si rojo, rosado
o negro. Lo cierto es que cuando llegaba al hospital todos mis colegas “me felicitaban
por mi belleza” y así me levantaban la autoestima y yo me sentía bella. No sé por
qué no he encontrado marido todavía. –hizo una transición-Aquí entre nosotros.
A las mujeres feas todos los hombres la ven linda después que el gobierno le asigna
la compra de un auto. Esa es mi esperanza.
Y nosotros los alumnos creyéndole o no su
relato nos reímos. Por eso las clases de la Doctora Blanche eran nuestra
preferida.
Finita, la directora del Psiquiátrico, tenía
un marido que era nuestro profesor de Anatomía. Cuando apagaban las luces para
mostrar una diapositiva, alguna voz de los alumnos gritaba:
- ¡Pino cornudo! ¡Pino Tarrú!
Él no se inmutaba y continuaba la
conferencia sin responder a los ataques anónimos. Para ejemplicar la evolución
del hombre, desde cuadrúpedo a Homo Sapiens, él se ponía en cuatro patas
mientras hablaba e iba irguiéndose en cada etapa dela evolución Darwiniana
hasta caminar bípedamente como un hombre moderno.
Nosotros reíamos pero así la historia evolutiva no se nos olvidaba
nunca. Después de encender las luces, respondía a las ofensas que dije al
principio:
-Es más suculento comerse un pavo entre dos
que un ave carroñera uno solo.
Pero Pino un día murió de un Infarto. Grande
fue el pesar y el dolor de todos porque lo queríamos.
Dicen que el velorio del Profesor Pino su
esposa Finita, que era muchos años menor que él, más maquillada que nunca, se
abrazaba voluptuosamente a cada médico guapo que iba a presentarle el Pésame.
Leyendas envidiosas sobre Finita, creo, o
son verdades pues algún síndrome psiquiátrico seguro tenía escondido.
Yo descubrí a Freud por sus obras
completas. Un solo ejemplar que estaba guardado bajo llave en la biblioteca de
la Facultad.
No me interesó tanto la parte psicoanalítica
sobre las enfermedades mentales sino el análisis semiótico y psicoanalítico que
hizo sobre la pintura de Leonardo da Vinchi. En la pintura “La Madonna y el
Niño” todo un enredo de su elocuencia para atestiguar al final que Leonardo era
Homosexual.
También el análisis de la escultura de Miguel
Ángel “Moisés” Todo un compendio artístico y una nueva visión sobre la obra del
escultor del renacimiento.
No sé. Pero muchos compañeros míos que ya
tenían problemas de la personalidad agarraron la Psiquiatría como especialidad.
A los dos años estaban locos por cambiarse a Anatomía Patológica. Así sí
resolvían los padecimientos humanos pero diseccionándolos.
A mí me fascinó Freud. Pero casi no se
mencionaba en la carrera de Medicina. Parece que la teoría Marxista sobre la
sociedad, la psiquiatría, etc., no compaginaba con las ideas del médico judío. El
Psiquiatra comandante en jefe, aunque él era el primer paciente enfermo a quien
había que darle 3 electro shock al día se explayaba sobre el nuevo Hospital
para enfermos mentales de la Habana, Mazorra, donde los locos al fin estaban
felices y radiantes Hasta el “Caballero
de Paris” mítico deambulador de las calles de la capital, vestido con capa roja
y pelo entrecano copioso largo, que era ya una figura folclórica del país, lo
hospitalizaron en “Mazorra” y lo despojaron de su original vestimenta y le
raparon el pelo. El pueblo no dijo nada. Le hicieron entrevistas para la
revista Bohemia y decía “lo bien que se sentía” claro, después de los
consabidos 27 electro shock.
Hay una nueva teoría científica hoy en dia a la cual algunos psiquiatras cubanos se han adherido. Repiten una y otra vez, que la tierra es plana y no esférica como se pensaba antes.
Últimamente los hospitales también siguen de
albergue para los que disienten de la Revolución. Aunque hablan coherentemente
y defienden sus ideas con claridad y seguridad, tratamiento Electro convulsivo
para ellos, así sin más ni más.
¿Qué pasa con los psiquiatras en Cuba? ¿Es
un método de tortura o salvo excepciones un refugio para médicos mediocres que
han tenido bajas calificaciones en la carrera de medicina y no les queda otra
salida que optar por psiquiatría? Total, si ellos después de unos años de ejercer
están listos para habitar el Hospital de Mazorra de la capital.
Cuba tiene una de las mayores tasas de
suicidio del mundo.
NOTA: la foto al inicio de esta historia es cómo dejan a un disidente en un hospital psiquiátrico después de 5 Terapias Electroconvulsivas.
Dr Orlando Vicente Álvarez
CUBANO URUGUAYO,GENIO
CUBANO URUGUAYO,GENIO
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