HUMOR: FIDEL CASTRO, SU UNIFORME VERDE OLIVO Y OTROS CAMBIOS CAMALIÓNICOS.

 

  HUMOR: FIDEL CASTRO, SU UNIFORME VERDE OLIVO Y OTROS CAMBIOS CAMALIÓNICOS.

    Fidel Castro, el gran líder de la Revolución cubana no se hizo a sí mismo  solo con sus armas y aguerridos barbudos. No. conocía el influjo sobre las masas que una imagen bien elaborada, parte del culto a la personalidad  de los tiranos- actualmente miren a las estrellas del Pop- y permaneció con el uniforme del guerrillero aguerrido de la Sierra Maestra y hasta con un gorro y todo el andamiaje de que aún continuaba la lucha. La barba también formaba parte de su imagen de Príncipe del Comunismo.

   Solo la cara y las manos escapaban de aquel color constante. Dicen los oficiales desertores al exilio que dormía con unos calzoncillos “mata pasiones” también del mencionado color y que tenía una pequeña abertura para orinar y para hacer el amor-dicen que ni para eso se los quitaba. Se sentía desnudo.

  Había escuchado al presidente  Soviético criticando el culto a la personalidd de Estalin y la idolatría del pueblo ruso al punto quecuando este murió como mil ciudadanos aplastados por ver al querido lider muerto murieron en el intanto. Kruchev habló sobre eso en uno de los congresos del Partido sovietico y Castro tomó cuenta del hecho. Tenía que encontrar una forma más novedosa para el pueblo lo adorara después de que la parca lo vistara. El Dios del Antiguo Testamento no tenía imagen ni escultura para adorar. Prohibido para los judios y cristianos. Asi que ya Fidel se las ingeniaría con otra forma más efctiva de adoración del pueblo, Al principio de la década de los '60 prohibió poner monumentos, estatuas o nombres a las calles de algún dirigente vivo. No queria competencia.


   Pero años después le aquejó el Síndrome de Hybrys y se arrempitió de aquellos discursos de falsa modestia. Ya sus adulones se encargarían de invertar algo que perpetuara su legado. Hasta se apoderó de nuestra bandera: era para los castro-comunistas y cualquiera que se oponía a sus ideas delirantes: el exilio o podrirse en la carcel. Ahh. Y en el velatorio no podía exhibirse la bandera cubana. Esta era propiedad exclusiva de sus seguidores. 

   Pero con los  años de tanto usar el uniforme verde olivo le salió en la piel como una micosis- hongos- de color verde que no había médico dermatólogo que se lo eliminara.

   Pero la gran sorpresa fue cuando comenzó a orinar verdoso. Esto sí que lo alarmó. Consultó con los mejores Urólogos de la capital. Ninguno conocía un padecimiento renal o de vejiga que coloreaba la orina de ese color. Quizás algún viaje a África había agarrado algún parásito vesical que no daba ningún síntoma excepto la novedosa coloración.

   Se resignó con los meses pero no abandonó su uniforme verde olivo. Al cagar no observaba la mierda no fuera a ser que también fuera verde olivo.

  La lengua hipertrofiada por los largos y cansinos discursos gracias a Dios que permaneció roja como buen comedor de carne de vaca que era.

 Entonces vinieron  las cumbres Iberoamericanas y sin consultar al pueblo- él que pregonaba a los cuatro vientos sobre una vaca milagrosa que rompía el Record Guinness en producción de leche- cambió su uniforme verde olivo por una cubanísima guayabera blanca. Claro, ya la izquierda latinoamericana estaba menos “Izquierdosa” y tenía que lucir un look de que Cuba también estaba abierta al cambio, a la renovación. Además sobresalía entre otros presidentes con su gastado uniforme verde oliivo- dicen que se bañaba dos veces a la semana puess vivía en mansiones con aire acondicionado yno sudaba como todo el pueblo- ¡Qué gran engaño! En su fuero interno seguiría siendo el mismo Dictador de siempre, con mano dura y cortando cabezas a los que hacían la más mínima advertencia de que se equivocaba- menos a su hermano de sangre-a quién ya había elegido como su sucesor.

 

   En otra cumbre se vistió con traje y corbata negros de magnífico corte. Todo un cambio camaleónico para engañar al mundo y seguir echando culpa al bloqueo de todos los males de Cuba.

   Cuando la muerte se aproximaba- él lo sabía muy bien- apareció ante las cámaras de la  TV con un uniforme deportivo de la firma Adidas, representante del Capitalismo más feroz que él juró combatir desde los primeros años de la revolución. ¡Cosas de los últimos días de los reyes cuando saben que van a morir!

  Pero ahí no termina todo. Su egolatría era tan fuerte que transcendió a la muerte. Su última falsa modestia fue que lo “Cremaran”. Claro, estaba demasiado demacrado para una vigilia de cadáver presente en la plaza de la Revolución. Además, así podían pasearlo por todo el país y que el pueblo a los lados del recorrido dijeran su último adiós: hasta siempre comandante. Mientras que lengua adentro decían como los gallegos  “que te parió”

  Y así fue a su mausoleo, que era semejante a un gran huevo de avestruz y con el sencillo nombre de FIDEL. Qué modesto y sencillo era el comandante. Ya sus aduladores se encargarían de mantener vigente su visión de una sociedad justa donde la Realeza Comunista disfruta los placeres de la vida y el pueblo se muere de hambre.

                                ORLANDO VICENTE ALVAREZ.