Mi casa se estaba quemando y sólo podía salvar una cosa.
Decidí salvar el fuego.
No tengo dónde vivir pero el fuego vive en mí.
Y me defiende discretamente de todo lo impuro. Mi futuro ya no es importante.
Sólo cuenta la intensidad del instante.Mi casa se estaba quemando y sólo podía salvar una cosa.
Decidí salvar el fuego.
No tengo dónde vivir pero el fuego vive en mí.
Y me defiende discretamente de todo lo impuro. Mi futuro ya no es importante.
Sólo cuenta la intensidad del instante.
* * *
- Los pintores somos todos gente alegre, y hoy soy pintor.
- ¿Los escritores no?
- No.
- ¿Cuál es la razón?
- Que la tinta es triste; no hay otra.
-Jean Cocteau-
*Pintura Onie Jackson
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