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El presidente Luis Lacalle Pou había comunicado a la Fundación Libertad que su discurso previsto para la noche del miércoles respondería a sus convicciones políticas y mostraría un posicionamiento distinto al anarcocapitalismo defendido fervientemente por el economista Javier Milei, quien lidera el país vecino.
Como se anticipaba, el mandatario uruguayo enfatizó la importancia de un "Estado sólido para garantizar el ejercicio de la libertad individual" y preservar la "cohesión social" que, según él, caracteriza a Uruguay. Además, hizo hincapié en que "es difícil disfrutar de la libertad individual si se vive en condiciones precarias, sin acceso a servicios básicos de salud y educación, y sin oportunidades para progresar", contrastando así con las declaraciones de Milei, quien había proclamado en cadena nacional que "la era del supuesto Estado presente ha concluido" en Argentina.
A diferencia de Milei, que emergió como un actor externo en la política, Lacalle Pou resaltó el papel fundamental de los partidos políticos en el mantenimiento de una "democracia sólida".
Este contraste en los discursos no ha suscitado críticas hacia el gobierno de Lacalle Pou ni hacia el Ministerio de Relaciones Exteriores encabezado por el canciller Omar Paganini.
En última instancia, más allá de esta anécdota, la buena marcha de las relaciones bilaterales recientes, que comenzaron a dar frutos desde que el líder libertario asumió el poder en Argentina, se mantiene inalterada. Esto se evidenció con el cambio de postura institucional respecto a la política portuaria, que permitió a Uruguay llevar a cabo el dragado a una profundidad de 14 metros en el canal de acceso al puerto de Montevideo.
El gobierno ya está delineando la agenda bilateral prevista para este año 2024, así como la posible colaboración con Milei en el Mercosur, lo cual genera expectativas debido a las coincidencias en las perspectivas.
Antes de abordar su visión sobre el rol del Estado, Lacalle Pou destacó la estrecha "sintonía" que su gobierno mantiene con Buenos Aires, basada en conversaciones constantes con los vecinos. Hizo referencia al acuerdo de dragado y luego señaló la posibilidad de una postura conjunta para impulsar un Mercosur más abierto al mundo.
El mandatario uruguayo expresó su esperanza de poder trabajar en conjunto con Argentina para defender una postura común dentro del bloque regional, una idea que ya había intentado llevar a cabo durante la presidencia de Jair Bolsonaro (2019-2022) en Brasil, aunque sin éxito.
Esta posición implicaría cuestionar el carácter restrictivo del Mercosur en la actualidad, siendo considerada "la quinta zona más proteccionista del mundo".
"Uruguay aspira a tener un papel relevante en la escena internacional; esperamos que el gobierno argentino, tal como lo expresó Milei durante su campaña, y estoy convencido de que así lo hará, promueva un Mercosur que avance", afirmó Lacalle Pou durante su visita a Buenos Aires este miércoles.
Aunque la próxima cumbre presidencial está a varias semanas de distancia, según el calendario del bloque, programada para el 16 de julio en Asunción (Paraguay), en la Cancillería ya se ha comenzado a planificar este evento. Será una de las últimas oportunidades para que Lacalle Pou, quien está finalizando su último año de mandato, intente modificar de alguna manera el estado actual de esta alianza comercial.
Algunos aspectos clave ya han sido identificados. Por ejemplo, fuentes diplomáticas informaron a El País que si bien durante estos años el discurso de Lacalle Pou ha destacado el concepto de "flexibilización" de las normativas, sugiriendo que los Estados miembros deberían tener la capacidad de negociar acuerdos con terceros países sin depender del consentimiento de sus socios, otro término ha ganado más aceptación: "Dinamización".
A diferencia de "flexibilidad", el término "dinamización" enfatiza la apertura de mercados para impulsar el comercio internacional, sin entrar en debates sobre la normativa vigente. Esto deja claro el deseo de Uruguay de iniciar la firma de nuevos acuerdos comerciales sin depender del ritmo de los demás países, como señaló Lacalle Pou durante la cena.
"Observamos que la palabra 'flexibilidad' está perdiendo relevancia y no es bien recibida", admitieron las fuentes consultadas. "Lo que buscamos es progresar y que el Mercosur se adapte a los cambios de la época", añadieron.
Sin embargo, la situación en el ámbito internacional no es fácil para Uruguay ni para la postura del actual gobierno de buscar nuevos mercados.
Sus esfuerzos principales incluyen la búsqueda de un Tratado de Libre Comercio con China. Sin embargo, China ha expresado su preferencia por un acuerdo con todo el bloque del Mercosur en lugar de solo con Uruguay, en parte debido a las gestiones del expresidente argentino Alberto Fernández en este sentido. Además, Uruguay está en lista de espera para unirse al Acuerdo Transpacífico, pero primero debe cumplir con ciertos requisitos, como la adhesión al Tratado de Cooperación en Materia de Patentes, para lo cual actualmente no cuenta con suficientes votos en el Parlamento.
Por otro lado, persiste el estancamiento en las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea, un tema que lleva 25 años sin avanzar. Este gobierno ha instado a acelerar estas negociaciones.
Agenda compartida
Durante el resto de su mandato, Lacalle Pou buscará aprovechar el momento favorable para avanzar en otros temas de la agenda bilateral, tal como sucedió con el dragado del puerto.
En este sentido, se contempla la posibilidad de llevar a cabo el dragado del canal Martín García y del Río Uruguay entre Paysandú y Fray Bentos (Río Negro), ya que el gobierno considera que cualquier mejora en las condiciones de los canales fluviales que pueda aumentar el tráfico regional es bienvenida.
Además, existe el firme propósito de concretar la construcción del puente binacional en el norte del país, que conectaría las ciudades de Bella Unión y Monte Caseros, una obra valuada en más de US$ 100 millones.
La "cercanía"
Al día siguiente de su victoria electoral el 20 de noviembre, Javier Milei reveló en una entrevista radial que una de sus primeras conversaciones como presidente electo fue con Luis Lacalle Pou, quien lo invitó a compartir un asado para ponerse al día con la agenda bilateral. "Tenemos una gran cercanía", afirmó entonces el argentino.
Posteriormente, el mandatario uruguayo asistió a la ceremonia de investidura del país vecino, aunque hasta el momento, los intercambios entre ambos se han limitado a breves encuentros de cortesía protocolar.MSN
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