Jantipa (o Xantipa), la esposa del filósofo ateniense Sócrates, era una mujer inquieta, de mucho temperamento, y a la que le gustaba (como es normal) tener ingresos suficientes para por lo menos comer cada día. Pero a Sócrates lo de llevar dinero a casa no era lo que más le preocupaba, ya que él era un filósofo, y no se detenía en los detalles nimios de la cotidianidad, además, con los bienes que le había dejado su padre al morir, podía vivir modesta y austeramente sin preocupaciones económicas que le impidiesen dedicarse a la filosofía.
Sócrates no fundó una escuela de filosofía, sino que salía a explicarla gratis por calles y plazas, dando lecciones públicas a todo el que quería escucharle; y no sólo no ganaba ni un dracma con ello, sino que a los alumnos más aplicados los invitaba a comer a su casa. Con esto, el mal carácter de Jantipa se revelaba en toda su extensión.
Esta actitud descuidada de Sócrates enfurecía a su esposa Jantipa, y ella siempre le recriminaba su poco interés por llevar un jornal a casa, y las disputas entre el matrimonio eran constantes. Se dice que un día Jantipa quiso pegarle con la escoba, porque habiéndole encargado que al volver a casa comprase una cacerola, el filósofo se olvidó del encargo y se excusó diciendo: "¿Para qué queremos cacerola si no tenemos qué poner en ella?".
Y así, cuentan que en una de sus frecuentes discusiones, Jantipa estaba abroncando a Sócrates a voz en grito. Su mujer lo insultaba y ofendía a la vez que le decía que la había engañado al casarse con ella. Sócrates paciente escuchaba...escuchaba...Y escuchaba.
Sin terminar la discusión, Sócrates ya cansado no pudo más y salió a la puerta de su casa a tomar el aire, pues la tensión dentro de su vivienda se hacía insoportable. Pero a su mujer Jantipa esto le pareció un desplante de Sócrates, lo que la enfureció todavía más, y cogiendo un recipiente con agua sucia salió detrás del filósofo y se la arrojó por encima.
Sócrates muy tranquilo ante todo ni se inmutó. Simplemente se limitó a decir: "No es de extrañar que tras los truenos, llegue la lluvia"...
La animadversión entre los dos cónyuges duró toda la vida, lo cual no fue óbice para que Jantipa estuviera al lado del filósofo ateniense y lo reconfortara en los momentos de su muerte, cuando fue condenado a suicidarse ingiriendo cicuta, pero esa...ya es otra historia...
NOTA:
Muchas de las anécdotas que conocemos hoy del filósofo ateniense fueron trasmitidas por sus discípulos, como Jenofonte o Platón. O discípulos de estos como Aristóteles.
Respecto a la esposa de Sócrates, Jantipa,(o Xantipa), algunos autores señalan que se irritaba a menudo con Sócrates debido al poco sentido práctico del filósofo, mientras que Platón indica que no se llevaban tan mal. Tuvieron tres hijos, pero no parece que heredaran las aptitudes de su padre, pues Aristóteles afirma que no destacaron en ningún aspecto.
*Tomado desde la pagina Filosofía /
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